La película lagrimal tiene propiedades antimicrobianas y otras propiedades beneficiosas y esenciales para proteger nuestras lágrimas y ojos. Es importante que cuando los componentes de las lágrimas interactúan con los materiales de los lentes mantengan su función beneficiosa tanto como sea posible. Sin embargo, si los componentes de las lágrimas cambian de su estado natural ya sea por oxidación o desnaturalización, los depósitos pueden hacerse visibles en el lente.
Una vez depositados en los lentes, estos componentes pueden cambiar la función de protección a irritación, lo que lleva a:
- Reducción de la agudeza visual
- Incomodidad general lagrimal
Componentes de la película lagrimal
La película lagrimal está compuesta tanto de proteínas como de lípidos:
Proteínas
La lisozima es una proteína importante que se integra con los materiales de los lentes durante el uso de los mismos y cuando se desnaturaliza puede formar depósitos en los lentes de contacto.
Lípidos
- Cuando se desnaturaliza, se ha demostrado que desencadena la liberación de biomarcadores inflamatorios, lo que provoca irritación
- Cuando se depositan en los lentes de contacto, los lípidos cambian de función por la oxidación y la degeneración, lo que puede afectar a la comodidad y la visión con el tiempo. En algunos materiales, los lípidos mantienen su función beneficiosa natural y pueden realmente mejorar la comodidad de los usuarios.
Manejo de los acúmulos de depósitos sobre los lentes de contacto
Si la deposición está afectando la comodidad de los lentes de contacto en sus pacientes, hay algunas consideraciones en las que puede pensar para mejorar su experiencia:
- Cambio de material
- Los diferentes materiales de los lentes reaccionan de forma diferente a la estructura de proteínas y lípidos de un individuo, por lo que vale la pena probar materiales de lentes alternativos que se sabe que interactúan favorablemente con los lípidos y las proteínas de las lágrimas.
- Incorporar un paso de frotar y enjuagar en el cuidado de los lentes para los reusables
- Una limpieza mejor y más frecuente puede ayudar a mantener los lentes libres de depósitos irritantes.
- Aumentar la frecuencia de reemplazo de lentes
- Los lentes frescos pueden hacer toda la diferencia. Si sus pacientes usan lentes reusables, puede ofrecerles probar un lente de reemplazo diario o de reemplazo cada dos semanas.
